Si te tuvieras que comer tus propias palabras, ¿Serías nutrida o serías envenenada?
Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él. Proverbios 23:7

Ten cuidado cómo piensas acerca de ti misma, puedes escapar de las palabras negativas de tu padre, de tu pareja, de un jefe, etc. pero no podrás escapar de lo que piensas acerca de ti misma.
Y muchas veces esa voz interna en lugar de elevarnos y de afirmarnos nos hunde, en lugar de inspirarnos, nos debilita y nos descalifica. Debes aprender a pensar de manera correcta acerca de ti misma.
Por la gracia que se me ha dado, os digo a todos vosotros: Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado. Romanos 12:3
Generalmente la mujer no lucha con sentimientos de sobre valía personal, al contrario, luchamos por aceptarnos y amarnos; la palabra de Dios nos motiva a tener un buen juicio acerca de nosotras mismas; debemos cuidar lo que pensamos de nosotras mismas.
¿Cuántas veces has hablado mal de ti misma con honestidad?
¿Te has sobre preocupado por como luces, cómo te sientes, cómo te ves? Pero no te has preocupado por los pensamientos negativos acerca de ti misma.
Y lo que llevamos dentro es más valioso que cualquier otra cosa.
¿Te cuesta trabajo pensar bien acerca de ti misma?
El problema no son los años, no es la ropa, no es el cuerpo, el problema es lo que sentimos acerca de nosotras mismas, y ese es el punto, no nos hemos aceptado y amado como somos, y al vernos al espejo no disfrutamos de lo que vemos, porque quizás anhelamos ser otra persona, porque en este tiempo interesa más como lucimos solo por fuera, que lo que somos y sentimos acerca de nosotras mismas. Las personas se interesan más en aspectos superficiales que la personalidad y el carácter.
¿Qué ve una mujer frente al espejo?

Ve sus pensamientos.
Así que, cuando estés frente al espejo, te darás cuenta de lo que hay en tu mete, de lo que piensas que eres, y cómo te ves a ti misma. Por eso;
Prométete:
Compararte menos
Amarte más
Respetarte más
Mírate con amor
Valora tus opiniones
Valora tu figura
Aceptar y amar tus años
A ser feliz con tu compañía
A disfrutar de tus cambios
A reírte de tus errores
Aceptar tu pelo, tu altura, tu cuerpo...
Prométete a decir solo cosas buenas de ti, pero sobre todo a PENSARLAS, porque no puedes esconderte de tu propia voz.
Si te tuvieras que comer tus propias palabras, ¿Serías nutrida o serías envenenada? Esperemos que seas nutrida, animada a través de la voz del Espíritu Santo dentro de ti.
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