Todo lo que has vivido hasta el día de hoy, no tiene que condicionar el día de mañana, ni mucho menos tu futuro.
¿Te ha marcado? Si, tal vez; pero servirá solo para tomar consciencia de qué manera te ha moldeado.
Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo:
¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.”
Los sabios preguntaron: ¿Dónde está el rey? Ellos no dijeron ¿Dónde está el niño? sino ¡Donde está el REY!, Hablaron conforme a su PROPÓSITO.
Mírate con ojos proféticos, ejercitando Tu Fe. Tu pasado no determina tu futuro.
Los sabios hablaron de esa manera; porque ellos ya ven el propósito final de Dios; y tú debes hablar acerca de ti misma o ti mismo, no en la manera actual en la que te encuentras, sino en la forma como Dios te ve.
Mírate con los ojos de la fe, mírate como una profesional no te veas como alguien que solo estudia y que es pasante universitario, no te veas como una empleada o empleado que trabaja para alguien, mírate en tu empresa, mírate viviendo en tu PROPÓSITO, no hables de ti misma o de ti mismo por lo que veas que está pasando actualmente, habla de ti conforme a tu PROPÓSITO.
No se trata de lo que vas a ser en un futuro…. ¡Ya eres!
Debes hablar y decir de ti misma, ¿Dónde está la Reina? o ¿Dónde está el Rey? Aunque te sientas que no vales nada, aunque no veas una corona, aunque no vista la mejor ropa, y no te veas en un palacio. Jesús no estaba en un palacio, pero cuando preguntaron por El, no hablaron conforme a lo que vieron, sino de acuerdo a su propósito.
Muchas personas no alcanzan la grandeza para la cual fueron destinadas porque simplemente están viviendo por vista, no se dan cuenta que en ese pesebre ya hacia un REY, porque no es lo que se ve, no es la apariencia, es el tesoro que hay dentro.
“Lo que pasa fuera de tu vida no es tan importante como lo que sucede dentro”, en tu corazón.
Tú jamás iras más lejos de las cosas que hablas, entonces empieza hablar cosas grandes, cosas positivas porque tienes un Dios grande, que tiene pensamientos de bien para Ti; tu biografía no es tu destino final.
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