En una sociedad donde la seguridad de una mujer esta en que un hombre le brinde un hogar, protección y estatus es difícil poner nuestra confianza y nuestra fe en Dios, que él cuidará de nosotras como padre, o como esposo.
No tiene nada de malo que sigas soltera, pero si no has entendido el propósito de tu soltería te vas a frustrar.
Tu vida no depende de un hombre, tu valor, tu aceptación o tu felicidad no puede estar ligada a la vida de otra persona, si es así te vas a decepcionar; tu vida debe estar ligada solo a tu creador, quien te hizo y quien es el único capaz de validarte.
¿Cansada de explicar por qué estas aun soltera?
El ser humano es un ser complejo emocionalmente, en Genesis 29 y 30 encontramos la historia de dos mujeres Raquel y Lea; una deseando lo que la otra tenia, Raquel deseaba hijos y Lea deseaba el amor romántico con el que Jacob amaba a Raquel, ninguna de ellas estaba cómoda y satisfecha con su condición; y así pasa muchas veces, la soltera quiere estar casada y la casada quiere estar soltera.
La soledad no se cura con una pareja.
La soledad se lleva en el corazón, y ese espacio no se puede llenar con nada físico, con nada material, deja que el amor verdadero llene ese vacío en tu corazón, deja de buscar en los hombres solo lo que Dios te puede dar.
Valora más la atención del Señor, que la atención de los hombres. El Señor te busca, te anhela.
La vida de una mujer pareciera que gira únicamente alrededor del romance, y buscan desesperadamente un amor verdadero, y no se han dado cuenta que el amor verdadero no lo encontrarán en el romance con un hombre.
No pongas en el romance todas las expectativas y anhelos de tu corazón porque te vas a decepcionar.
Tu valor no esta en la vida de un hombre.
Tu valor esta en las manos de tu creador, y Él te dice:
“HIJA NO PIERDES TU VALOR CUANDO LOS HOMBRES TE ABANDONEN O TE RECHACEN”.
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