Las personas que se levantan con un propósito cada mañana son más felices que otras, que tratan de llenar esa falta de felicidad con sensaciones.
Hay muchas personas que se sienten tristes porque tienen un vida vacía, el problema que existe es que no tienen nada que hacer, y cuando alguien se levanta sin ninguna ilusión y no sabe qué hacer, entonces el cerebro se va apagando a lo largo del día.
No hay felicidad sin tener ilusiones.
El cerebro se transforma cuando tenemos expectativa, ilusión por nuestra vida, por nuestro futuro.
Cuando nosotros vaciamos nuestra vida porque perdemos a alguien, perdemos ilusiones, perdemos trabajo, se nos arruga el corazón, al perder esa expectativa de vida, nuestro cerebro apaga esa chispa de vivir con expectativa y felicidad.
Así dice Jehová, el Santo de Israel, y su Formador: «Preguntadme de las cosas por venir; mandadme acerca de mis hijos y acerca de la obra de mis manos.
Isaías 45:11
Cuando el Señor nos dice preguntadme de las cosas por venir, es porque sabe que el ser humano necesita saber de su futuro, necesita enfocarse en algo y tener expectativa del mañana, llenar de esperanza y fe el corazón, eso cambia la dinámica del cerebro, cambia el vacío por ilusión, por expectativa, y el ser humano avanza a lo que tiene delante de sus ojos, avanza a esa visión de vida.
Si no sabes por qué ser feliz, si no tienes ilusión, si tienes el corazón arrugado por falta de propósito, hoy pregúntale al que te formo, y Él llenará ese vacío, te dará expectativa de vida, llenará tu corazón de alegría.
No vivas más sin ilusión por tu futuro, sin esa sonrisa por el mañana, sin esa esperanza que reanima tu vida y te ayuda a superar un día malo.
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